LLORANDO FRENTE AL MAR


Alfonsina
Está llorando frente al mar.
Sus lágrimas son de plata,
o seu rostro é de crital.


¿Por que lloras Alfonsina
si te abraza la tierna Soledad?
¿Por qué te acercas a la orilla del mar
si allí no podrás soñar?


Alfonsina
se va uniendo al mar.
Sus espumas la besan.

sus aguas la quieren consolar.
Alfonsina se diluye en el mar
buscando la eternidad.

Os milagres de Santiago

Un dos libros desta tradución galega do Liber Sancti Iacobi, tamén coñecido como Codex Calixtinus pola súa atribución ao papa Calixto, recolle toda una serie de milagres atribuídos a Santiago contados polos propios peregrinos que chegaban a Compostela para agradecer ao santo a súa axuda. Velaquí un exemplo.

Os milagres de Santiago

Mujer de pelo níveo

Va cayendo la lluvia lenta tierna

como llanto sin tiempo en la oscura mejilla

como llanto en la turbia memoria

que recobra la sombra el recuerdo

ya no sé si me llueve o voy llorando

Luz Pozo

El sol se oculta cada tarde de este tórrido verano

en la Ría de Vigo, tras las islas Cíes,

mientras la luz del día se apaga

una mujer de pelo níveo camina por la calle del Príncipe.

Busca un amor de juventud que con el paso de los años

se ha convertido en un cuerpo sin rostro,

en un olor a rosas rojas que han perdido su color.

Recuerda las tardes de chocolate con curros en Luces de Bohemia

mientras sonaba la música de piano sobre conversaciones melosas de los enamorados

que solo permanecen en las páginas amarillas del viejo Códice de su vida.

El paso de las tardes de verano ha traído la llegada del tiempo otoñal,

cuando las hojas de los árboles centenarios de la Plaza de Compostela,

el lugar de encuentro de las juveniles ilusiones de los amantes inocentes,  

se han ahogado en los charcos de lluvia en los que chapotean los niños,

reflejando las miradas de los amantes que caminan de la mano

buscando el jolgorio del Berbés y de la Piedra.

La mirada de Luz se dirige hacia la Puerta del Sol buscando al Sireno

que desde las alturas vigila los amores furtivos que ya solo son un recuerdo

en la mente de los viejos amantes que esperan que su amor de primavera

salga de las negras oscuridades del profundo Pozo de la memoria

y recuperen la frescura de los labios que en el pasado brillaban rojo carmín.

La mujer de pelo cano y mirada transparente sigue caminando por la calle del Príncipe

busca el amor sin rostro para despedirse de él antes de perderse en las aguas del Atlántico,

cuando el sol apasionado oculte su Luz en las orillas arenosas de la playa de Rodas

con las islas Cíes al fondo acechadas por los vientos invernales.

La mujer de pelo cano non se resigna, sigue buscando en cada rosto desconocido

la mirada inocente de aquel joven que cada tarde le prometía felicidad eterna,

aquel joven que hoy ya viejo es solo un recuerdo en las páginas amarillentas de su vida

en las que acechan irremediablemente las últimas líneas de su existencia.

Las islas Cíes con el Atlántico al fondo, la calle del Príncipe, el Berbés y la Piedra,

la Plaza de Compostela y el chocolate con churros en Luces de Bohemia,

el Sireno desde su Atalaya y la Playa de Rodas serán pasto de las llamas del olvido

igual que la mujer de pelo níveo, aunque quedará en el olvido de las gentes,

su amor pervivirá en las páginas eternas del cuaderno de bitácora de su vida

esperando que alguien llegue a escribir la página FINAL.

Madrid 30 de octubre de 2022

Homenaje a Luz Pozo Garza

Ateneo de Madrid